[La escena es en la casa parroquial en Jericó, Jamaica, junio de 1842. El cuarto está amueblado con sillas, una mesa y una o dos imágenes en las paredes. Los señores Merrick reciben como invitados al reverendo JOHN CLARKE y al Doctor G.K. PRINCE, que antes trabajaban en Jamaica y que ahora regresan aFernando Poo para continuar con sus trabajos como misioneros en la isla. Vestimenta apropiada para la época. Puerta a la derecha. La chimenea ocupa el centro de la pared en la parte de atrás. CLARKE y PRINCE están a la izquierda, MERRICK en el centro izquierda y la Sra. MERRICK cerca de la puerta, todos de pie.]
CLARKE [mirando a su alrededor]: ah, Merrick, estar otra vez en esta casa me trae viejos recuerdos.
MERRICK: esta casa le da cordialmente la bienvenida, mi querido Sr. Clarke. Va a tener usted una calurosa acogida entre sus feligreses en la reunión de esta noche. Aquí nunca olvidarán sus acciones.
Sra. M.: No han cesado de preguntar sobre usted.
CLARKE: ¡Gracias, gracias! Dios nos bendijo con su bondad en Jericó, amigos míos, y me regocija ver que sus bendiciones siguen con nosotros.
Sra. M: bueno, tengo que dejarlos a ustedes por unos momentos; debo atender unos asuntos. Sigan conversando pero reserven algo para contarme luego. Regresaré pronto.
MERRICK: Vuelve tan pronto como puedas, querida. [la sra. M sale] Hace unas semanas no habríamos anticipado este feliz reencuentro, doctor.
PRINCE: Ni nosotros. Nos hubiera gustado estar ya en Inglaterra, pero cuanto más lo pensamos, más vemos la mano de Dios en este asunto. Dios sabía lo que sus fieles de Jamaica querían para sus hermanos africanos y decidió que viniéramos primero aquí y les contáramos nuestro trabajo.
CLARKE [recitando en voz baja]
“Dios maneja de manera misteriosa
Sus maravillas;
Camina sobre el mar
Y cabalga sobre la tormenta.”
MERRICK: ¡Ah, sí! Pero pase, siéntese y cuénteme más. Estoy deseando oírlo. [Toman asiento.] Usted estuvo en gran peligro, creo.
CLARKE: Estábamos seguros al cuidado de Dios, aunque para el sentido común hubiera momentos muy precarios. Salimos de Fernando Poo en la barca Maryon el tres de febrero y todo fue bien durante una semana o dos, pero cuando estábamos adentrados en el Atlántico, encontramos tormenta tras tormenta.Nos cayó un rayo y arrancó uno de los mástiles y, durante dos días, la barca estuvo a la deriva, moviéndosetemerariamente a merced de la tempestad. Llamamos a dos buques que iban con destino a Inglaterra, con la esperanza de que nos subieran a bordo, pero rehusaron hacerlo. Con mucha dificultad y tiempo se equiparon un mástil y una vela y navegamos con el viento de proa hasta el puerto de Demerara. Esto solo podía venir de la mano providencial de Dios. Llegando a St. Thomas descubrimos otro barco que iba a Jamaica, así que llegamos a Kingston, como sabe, el 27 de mayo.
MERRICK: Alabado sea Dios por su misericordia.
PRINCE ¡Amén! Y que todas estas cosas resulten en la propagación del Evangelio. Y que las iglesias aquí tengan su fruto. Hemos celebrado reuniones en Kingston, Spanish Town y Falmouth que fueron recibidas con mucho entusiasmo y ya algunos están deseosos de ofrecer sus vidas al servicio en África.
MERRICK: Tendremos una buena reunión aquí esta noche.
CLARKE: Y mañana nos toca en la Colina de Salter, donde están ansiosos por recibirnos.
MERRICK: Con la ayuda de Dios, podremos obtener muchos resultados de esta visita. [Vuelve a entrar la Sra. M., a la derecha.] ¡Ah! aquí está mi esposa otra vez. Ella está tan impaciente como yo por oír las noticias de África. [MERRICK se levanta al decir esto y le ofrece una silla a la Sra. Merrick. Ella se sienta].
Sra. Merrick: Ciertamente, anhelo saber más. Usted ha estado siempre presente en nuestras oraciones y África se ha convertido en algo de gran interés para nosotros. Ya sabe usted: cuanto más se reza, más cala en tu interior. Y después de todo, ¿no es este nuestro trabajo? Si recuerda, hace más de tres años que enviamos desde Jamaica una carta al comité en Inglaterra instándolos a la evangelización de África.
CLARKE: Sí, estaremos siempre orgullosos de recordarlo y de recordar que fue nuestra propia gente de color quien lo propuso, conmovida como estaba por el espíritu de Dios para sentir la pasión por la tierra de la cual fueron arrancados injustamente. Ante cualquier cosa que el futuro nos depare, el honor será de ellos.
PRINCE: Sí, ha nacido del patriotismo de la Cruz. ¡Y que se haga realidad este augurio: la evangelización de África por los africanos!
MERRICK: ¡Amén! Pero ahora volvamos a Fernando Poo. Estamos decepcionados de que no llegara usted al continente y no hay duda de que todos ustedes también lo estuvieron. Siempre habían hablado del Níger.
CLARKE: Sí, fue una decepción, pero nuestro plan completo era impracticable, al menos en ese momento.Visitamos y exploramos la costa del Níger y de Camerún y tratamos de navegar por el Níger, pero no pudimos. Cualquier esperanza de llegar a la zona interior por el río parecía imposible y la costa, al ser muy pantanosa, era muy poco saludable. En general, lo mejor era que Fernando Poo fuera, al comienzo, la base de las operaciones.
Sra. M.: No hay duda de que lo orientaron sabiamente. ¿Y cómo es la isla?
CLARKE: Es de gran belleza natural; no es grande, solo tiene 58 kilómetros de largo y 38.5 kilómetros de ancho. El interior es montañoso. El punto más alto, la cima de Clarence, se eleva 3.048 metros. Es arboladay hay bastante agua potable. La tierra es fértil y las condiciones climáticas son, en muchos sentidos, mejores que en la costa de la región continental.
Sra. M.: Y se encuentra bajo la administración de Inglaterra, ¿no? - a pesar del nombre extranjero, Fernando Poo.
CLARKE: Sí, tiene una historia muy cambiante. La descubrió el portugués, Fernâo da Po, pero los portugueses se la dieron a España a cambio de otras islas. Los españoles trataron de establecerse, pero despertaron la enemistad de los indígenas con su crueldad. Cuando los pozos fueron envenenados, huyeron, y por muchos años la isla quedó abandonada. Pero en 1827 el gobierno británico la ocupó, principalmente como base para el control de barcos de esclavos y para repatriar a los esclavos libres de los barcos capturados. Hay todavía un gobernador británico, pero la estación naval se ha desmantelado.
MERRICK: Ciertamente, es que es bueno que esté bajo protección de la bandera británica. ¿Y qué se sabe de la gente?
CLARKE: A los indígenas se los llama adeyas; algunos los llaman bubis. Son una tribu sencilla y buena, deamable disposición, pero su condición es digna de lástima. Están casi desnudos y viven en chozas miserables, mientras que su religión parece ser un tipo de adoración al diablo, llena de la más horrible superstición. Aparte de los bubis, hay en Clarence, donde nuestra misión está situada, una cantidad incierta de personas de distintas tribus costeras. Muchos fueron esclavos, rescatados por la marina de los comerciantes de esclavos. El Dr. Prince hizo un censo de las tribus el pasado abril.
PRINCE: Representan 26 tribus diferentes del continente o de otras islas. Hay un buen número de Ibos, de la región del Níger, y hay muchos más que son kroos o kru. Esto es particularmente interesante porque en Jamaica hay muchas de esas tribus. Creo que solo en la colina de Salter teníamos 130 personas de la tribu Ibo y un buen número de kroos.
MERRICK: Interesante, y seguramente una oportunidad si se pueden redimir por Cristo y en el continentepueden convertirse en mensajeros para su propio pueblo.
CLARKE: Esa es nuestra esperanza. Además, algunas de esas personas de la costa que no habían sido esclavos anteriormente tuvieron relación con misioneros metodistas en Sierra Leona y en otros lugares, así que el evangelio no les es completamente desconocido. Algunos pueden leer y escribir y hablan un poco de inglés.
Sra. M.: ¿han podido continuar con sus trabajos? – Imagino que al precio de sufrir, sin duda.
CLARKE: Hemos tenido nuestras dificultades y hemos tenido que sobreponernos, pero la misión ya contaba con eso. Merece la pena llevar la luz a África. Todo esfuerzo tiene su recompensa. Diez meses después de llegar, un domingo de noviembre, tuvimos clases con 60 y 70 personas, fue muy gratificante. Fue un día para no olvidar, ¿verdad Prince?
PRINCE: ¡Nunca, por Dios! Fue el festín de los primeros frutos: cinco almas salvadas del paganismo descendieron a las aguas del bautismo. Y después tuvimos nuestra primera reunión en la Mesa de Dios.
MERRICK: ¡Alabado sea Dios! ¡Es su sello! Oh, Fernando Poo va a convertirse por entero ¡y entonces tendrán un campo más amplio! No habrá perdido todas sus esperanzas sobre el Níger, ¿verdad Sr. Clarke?
CLARKE: ¡Claro que no! Hay personas allí y a lo largo de la costa que están preparadas para recibir el Evangelio. En un pueblo congregamos a quinientos.
PRINCE: No, no; el continente está en nuestros corazones y sus clamores siempre en nuestros oídos. La isla de Fernando Poo produce frutos, hemos abierto una escuela con 70 alumnos en Clarence. Pero necesitamos considerarlo como un puesto de observación, dadas las oportunidades que se abren en el continente.
CLARKE: Lo que queremos es un balandro pequeño o un cúter: eso haría posible mantener conexiones con el continente y aún, quizás, navegar el río Níger. Esperamos, de hecho, que algún navío llegue próximamente gracias a la financiación de los Bautistas.
MERRICK: Esas son buenas noticias. Ahora que todo se ha puesto en marcha, la consigna tiene que ser “adelante”.
CLARKE: Adelante sea, con la ayuda de Dios. África debe ser de Cristo. Hemos de tener más trabajadores y en ese asunto creo que Jamaica hará lo que le corresponda. [una pausa.]
MERRICK: [levantándose y tomando la mano de su esposa, que lo mira y se levanta también]: Sr. Clarke - Doctor - mi esposa y yo lo hemos hablado, hemos rezado mucho y sentimos que África nos ha llamado. Si son necesarios más trabajadores, estamos dispuestos. ¿Nos aceptarán? ¿Contarán con nosotros?
[CLARKE se levanta y toma la mano de MERRICK: PRINCE también sigue el ejemplo, y coge la mano de la Sra. MERRICK.]
CLARKE: Joseph, siempre le he considerado mi hijo en el Evangelio. Me enorgullezco de que preste su ayuda.
PRINCE: ¡Que Dios la bendiga! Hace usted algo muy valiente y con gran disposición. Todo por África significa África por Cristo.
TELÓN.